Vértigo

Cuando te pasan cosas importantes puedes reaccionar de dos maneras: asustándote hasta el punto de creer que te vas a desmayar porque te supera el peso de la situación o permaneciendo ajeno a las circunstancias porque no eres capaz ni siquiera de asimilar la magnitud de lo que te rodea.
Yo me tambaleo entre las dos orillas y, dependiendo del rato, me puede el vértigo o procuro dejar la mente en blanco.
Pero -aunque, siendo sinceros, estoy bastante asustada- no puedo evitar pensar con esa sonrisa culpable que tan bien me sienta últimamente que no va a pasarme nada porque tengo una fuerza especial que tira de mí y con la que puedo contar aquí y en Canadá...

No hay comentarios:

Publicar un comentario