Blown

Siete de la tarde y ni una pizca de sol.

Tus nubes tenían que ver con lo que sientes, las mías con lo que hago; de cualquier modo, las dos veíamos el presente sombrío y el futuro sumido en la niebla.

 
La imagen viene desde aquí, vía Pinterest..
 
Sólo necesitamos dos batidos y un minuto para encender la luz. Funcionó -siempre funciona-.

Tres horas después, rebosando planes y luciendo maravillosas sonrisas culpables salimos a caminar por el centro de la ciudad y nos reímos a carcajadas cuando el viento se empeñó en levantar nuestros vestidos por los aires.
Estábamos contentas, relajadas y dispuestas a bebernos la vida con la misma facilidad que esas copas de vino blanco... y por eso no nos dimos cuenta.

No supimos ver que incluso el viento estaba de nuestra parte y que por eso nos animaba a alzar el vuelo impulsándonos desde los pliegues de nuestras faldas.



La imagen viene desde aquí vía Pinterest.