Gominola Nº 30 - Merry

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Por los reencuentros.
Por la purpurina.
Por los brindis.
Porque todo brilla.
Por los jerseys de punto grueso.
Por el papel de regalo.
Por los mensajes inesperados.
Por los concursos de cocina.
Por las velas.
Por las semillas.
Por los espectáculos.
Por la niebla.
 
...
¡Feliz Navidad!
 

Paradigma

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Dame un hombre y unas gafas Persol.
No moveré el mundo, pero el día ganará otra velocidad.

Gominola Nº 29 - Pill

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"...es que tú eres como una aspirina: te has vuelto efervescente y curas todos los males!!"

Il était une fois...

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     Ahora que ya has visto el vídeo, déjame que te cuente...      

Este cuento habla de una princesa.


La gente cree que todos los cuentos hablan de princesas y que todas las princesas son personajes de cuento, pero se equivocan: los cuentos hablan de verdades y las princesas son niñas.
Siempre.
Y si hay muchos cuentos que hablan sobre princesas es por el simple motivo de que las niñas a menudo tienen el don especial de descubrir la esencia de las cosas, su verdad.


La princesa de este cuento está dormida.


Cuando las chicas duermen, tengan la edad que tengan, siempre son niñas, siempre son princesas.
Por eso muchas veces las chicas sueñan cosas absurdas de las que recuerdan todos los detalles; porque las auténticas princesas saben leer en sus propios sueños las verdades que les cuesta encontrar cuando están despiertas.


En su sueño, esta princesa ha perdido algo importante y no deja de buscarlo.


No sabe lo que es, ni dónde está, pero lo busca.
Por eso es fácil reconocer que es una princesa, porque sólo demuestran ser princesas aquellas niñas que -al crecer- buscan sus verdades siguiendo las señales que sólo ellas ven.
Por eso las niñas y las princesas nunca deben olvidar que -cuando se pierdan- el único camino para volver a encontrarse lo hallarán siguiendo sus propios instintos y buscando en su interior.


En su búsqueda, la princesa sólo encuentra flores.


Y, aunque sabe que no son flores lo que está buscando, las observa y acaricia y se entretiene.
Esta chica que duerme sabe que distraerse y disfrutar de lo que encuentra -por más que no sea lo que busca- nunca es una pérdida de tiempo; todas las princesas saben bien que las verdades no son destinos, si no enseñanzas que se recogen por el camino, y está claro que esta chica es una princesa.


El vestido de la princesa cambia con el tiempo, pero mantiene su espalda descubierta.


Las chicas que saben que son princesas no tienen miedo a los cambios y se adaptan a lo que las rodea, pero también procuran que lo que quedó atrás les recuerde con su calor que van por buen camino o les haga tener presente con su frialdad que no siempre las cosas salen como se esperaba.
Las princesas son chicas que mantienen siempre cerca sus recuerdos y su corona, porque son las cosas que les hacen entender quiénes son y cómo han llegado a ser princesas.

Al final la princesa abre los ojos y descubre en su mano lo que estaba buscando.


Y -aunque este sea el final del cuento- si eres una princesa y has prestado atención, ahora mismo sonreirás como ella porque también sabes que -en los sueños absurdos y llenos de detalles- una llave siempre significa un nuevo principio.

Todas las imágenes de la entrada son capturas del fashion film de presentación de la colección Très Provence para P/V 2012/2013 de la diseñadora Cristina Piña.

Gominola Nº 28 - Quotes

...porque existe el vino y el amor es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
no te rindas...
(Mario Benedetti)
 
"Girl behind wine bottle" - Irving Penn, 1949.

Porque los grandes hombres dicen grandes verdades que nosotras -grandes mujeres- suscribimos ribera en mano cualquier lunes por la noche.

Por eso, pese a las adversidades, no nos rendimos; preferimos brindar.

Serendipias

Hubo un tiempo en que yo no encontraba las palabras -sentía cosas nuevas a las que no sabía poner nombre- y mi mente cuadriculada estaba confusa por no saber redactar lo que el corazón le iba apuntando. Entonces -una tarde de viernes en mi despacho, perdiendo el tiempo de álbum en tablón- de pronto leí:

"... no te detengas, nunca pares, ven conmigo.
Seamos nosotros la fiesta, los invitados,

las copas y el champán
con que brindemos esta noche."
 
Seguí aquel enlace como si fueran las baldosas amarillas que llevan a Oz...
Agradecida por encontrar sin esperarlo un diccionario de lo que estaba viviendo, dediqué a la pantalla del ordenador una de mis primeras sonrisas culpables.

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Meses más tarde llegaba el desastre; el accidente sin casco, la demolición de mi estructura de Lego. Las palabras volvieron a marcharse; y entonces le oí decir:

"... lo malo es que siempre te he dado mucho más de lo que tenía.
Lo bueno es que, dándote todo, supe que te di lo que te merecías."

Dejé que la cadencia de esa canción me acunara mientras sangraban las heridas...
Demasiado cansada para expresar lo que sentía, hice mías sus letras y le dejé hablar por mí durante un tiempo.
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Más adelante intentaba ponerme de nuevo en pie y buscaba una barandilla para agarrarme cuando flaqueaban las fuerzas. Se me ocurrió pedirle consejo y desde sus páginas me contó:

"...acabé perdido en medio de la ciudad de las almas sin rumbo, preguntándome por qué, cuanto más te esfuerzas en olvidar, más la recuerdas. (...) Decidí tomármelo con calma. Aunque doliera. Aceptar el dolor como el precio de las cosas más hermosas. Tu recuerdo poco a poco comenzó a bajar el volumen de su voz (...) La tristeza se iba diluyendo en el paso de los días. Así llegó el día en que ya no te necesitaba. Esa noche comprendí que el final es también el principio."

Reflexioné en silencio sobre aquella historia.
Reconfortada tras su consuelo, continué caminando.
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Marzo acababa de empezar y el cuerpo me pedía primavera; por eso compré aquellas entradas, como el que abre una ventana un día de sol en pleno invierno.
El patio de butacas fue testigo de mis primeras carcajadas en muchos meses, porque la naturalidad con que explicaba las cosas en su directo me hizo recordar que no siempre hay que tomárselo todo tan en serio y que lo más sano es reírse de uno mismo.

Esa noche, de camino a casa, tarareaba distraída:

"...voy a sonreír,
(...)
Pienso encontrar las llaves que cierran las heridas..."

Serena y sonriente concilié el sueño a la primera como en los viejos tiempos.
  
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Y llegó el día en que metí en la última maleta los restos del desengaño para descubrirme a mí misma entera y con voz, con ganas de compartir con los demás lo genuinamente mío.

El verano se convirtió en una barra libre de "gracias"... pero con él seguía en deuda.


La casualidad se coló entre las páginas de mi agenda para llevarme a Salamanca y poco después a Aguilar, pero no reuní coraje para decirle que coincido al 100% con los que dicen de él que tiene el don de hacer universal lo íntimo.
Por eso se lo digo aquí y ahora: Gracias Marwan por ser genuino y transparente, por acompañarme sin saberlo y por aparecer sin avisar.
 

"Sara, aquí te dejo mis pequeñas crónicas, las noticias que llegan escritas desde mi corazón..."

Gominola Nº 27 - Little Red Riding Hood

Cosas que una se encuentra de camino a casa de su abuela...
 
C/ Veinte metros, Valladolid.

...y que sirven como leit motiv de la semana.
 
¡Feliz lunes!


Teenage dream

Respirar.
                 Recuperar.
                                  Retomar.
                                                 Repasar.
                                                               Regresar.
                                                                               Reinventar.
                                                                                                  Reposar.

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Hace un par de semanas me despidieron, desde ayer soy oficialmente una más dentro del cómputo tremendo de parados en España.
La gente me pregunta cómo me encuentro y yo... sonrío. Sonrío a lo grande y de la manera más culpable que he sonreido jamás.

Señoras y señores, doy fe de que no hay mal que por bien no venga -Alicia, este refrán para el calendario del 2013, s'il te plaît- y me sabe mal decirlo porque no es políticamente correcto, pero a mí me han hecho tremendamente feliz con el despido.

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Como es de imaginar, en su momento subí aterrorizada al despacho de Gerencia, lloré como un bebé recogiendo mi mesa del #despacho132, protagonicé un melodrama con esa compañera que a día de hoy considero mi hermana mayor... pero esa misma noche brindé con verdejo por volver a ser dueña de mi tiempo.

  • No tengo la seguridad de una nómina a final de mes, ni tarjetas de visita con mi nombre y mi contacto, pero todas las cosas que hago cada día las hago queriendo hacerlas, poniendo en ellas actitud, cariño e intención.

  • Doy gracias por la oportunidad que se me presentó sin buscarla hace dos años, pero soy feliz por poder volver a abrir las puertas que cerré en ese momento.

  • Soy consciente de que sigo viviendo una situación de privilegio, sin niños, hipotecas ni quebraderos de cabeza domésticos; por eso mismo me alegro de haber sido yo y no cualquier otro compañero quien se haya ido de la casa y me permito la frivolidad de vivir este momento como un regalo.

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Ahora estudio, leo, paseo, desayuno, veo películas, voy a exposiciones... y soy feliz.

La mala época por la que todo el mundo me da el pésame está siendo la más dinámica y enriquecedora que he vivido en mucho tiempo y doy gracias todos los días por haber jugado a ser adulta, por haber aprendido tanto de esa experiencia, y por contar ahora de nuevo con la posibilidad de ser niña a los 25.
Ir a clase en sudadera y con la carpeta llena de apuntes e ideas, quedarte en la cama el día que necesitas dormir algo más, preparar una entrega sobre el tema más inverosímil... son experiencias que saben a nuevo cuando las aprecias con otra mirada y desde otro momento de tu vida.

Ayer, sin embargo,  pasé el día dándole vueltas a la idea de que, al llegar tan ávida de disfrutar de lo cotidiano a este punto de mi camino, corro el riesgo de absorber todo con demasiada intensidad, de ser incapaz de ordenar lo que me llega y no poder asimilarlo.

Justo cuando más borracha de estímulos, proyectos e ideas estaba, llegó este vídeo y con él, el concepto:

Cuando la vida te invite a ser adolescente, no analices, no saques conclusiones; limítate a hacer las cosas sencillas: a besar, correr y brindar...

ROMA, film promocional de 55DSL S/S2012 Collection.

El verano en que sonreímos peligrosamente

Hay veranos calurosos.
Hay veranos serenos.
Hay veranos de playa y risas, de carretera y manta.
Hay veranos eternos y veranos breves...

Algunos veranos son indelebles.

Esta mañana corté las pulseras de hilo que llevaba en la muñeca desde junio -con el mismo sentimiento que los toreros cuando se cortan la coleta- y no pude evitar sonreír cuando vi la marca blanca que habían dejado sobre el moreno.

Efectivamente, este verano ha dejado huella... porque cabe toda una vida en un verano.

  • Caben las barbacoas en la terraza, los planes en torno a una mesa.

  • Caben las celebraciones, la euforia, el dejarse llevar.

  • Caben las noches sin prisa, Hawai y Bombay en un piso.

  • Cabe ser turista en tu propia ciudad y mirarla con ojos nuevos.

  • Caben los planes de siempre.

  • Caben los planes de Nunca Jamás.

  • Cabe recuperar lo natural, dejarse querer sin maquillaje.
 
  • Caben todos los colores y lo simbólico.

  • Caben las experiencias que curan y ayudan a estrenar un corazón nuevo.

  • Cabe dejar que la vida te despeine.

  • Cabe la poesía.

  • Cabe ser niño otra vez.

  • Caben los días especiales.

  • Caben los amigos que se convierten en familia.


  • Cabe el trabajo en equipo.

  • Cabe mirar dentro de uno mismo.

  • Cabe mirar más allá.


...

...porque hay veranos en los que se toca el cielo con la punta de los dedos.

Gominola Nº 26 - Ebria


Una de mis citas favoritas -de Baudelaire- dice:
"...emborráchate de vino, de poesía, de virtud… pero emborráchate."

 
A veces es bueno vivir las cosas en exceso, a lo grande, inconsciente, a toda velocidad...

Y yo, que soy muy obediente, el miércoles me emborraché de cine.


La mía es una Universidad pequeña y joven; sólo tiene 10 años y en este tiempo ha ido creciendo en alumnos y titulaciones, por eso -a lo largo del último curso - han construido un nuevo y enorme edificio con la intención de que las instalaciones se adaptaran a la nueva realidad de la Uni.

Uno de los servicios que pedía a gritos una ampliación era la Biblioteca y por eso se decidió trasladarla... lo que, en la práctica, significa transportar de un edificio al otro un fondo bibliográfico de unos 16.000 volúmenes y cerca de 2.000 DVD’s.
Como las cajas no se ordenan solas, acabamos pasando la mañana  entre estanterías y polvo cargando con los tomos gordísimos de la Espasa y la Menéndez Pidal... Era entretenido pero agotador y yo acabé por dar tanta pena a mis compañeras que decidieron mandarme a colocar el archivo audiovisual para que no muriera en acto de servicio...

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Llegué al archivo y me encontré 13 enormes cajas repletas de carátulas y fui abriéndolas como hace un niño con los regalos el día de Reyes.

Ordenaba títulos y más títulos.

El gatopardo.
La tentación vive arriba.
Curvas peligrosas.
El último tango en París.

Elaboraba listas mentales.

Besos robados.
Eva al desnudo.
Factory girl.

Perdía la noción del tiempo leyendo las sinopsis.

West Side Story.
Las vírgenes suicidas.
¿Qué fue de Baby Jane?

Dejaba escapar una sonrisa culpable.
 
Oficial y caballero.
Mucho ruido y pocas nueces.
El apartamento.
Inocencia y juventud.
Tener o no tener.

...
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No pude evitar emborracharme como en esas noches en que sales tan sólo a dar una vuelta y llegas a casa de madrugada con los zapatos de la mano.

No pude evitar inaugurar un nuevo lugar favorito en el mundo.

London calling


Durante todo el verano -y hasta este miércoles- en Valladolid hemos podido ver esto.

Carla entró en la exposición.
Sí, porque le apetecía... pero también porque sentía que así estaría más cerca de Mia durante algunos instantes.
La echaba de menos.

Sacó su móvil e hizo un par de fotografías procurando que el vigilante no se diera cuenta... y a modo de flash disparó una enorme sonrisa culpable.

"Bueno, justo y necesario."

Deberían existir moto-taxis: llegaríamos siempre rápido a los sitios pese al tráfico y podríamos darnos el capricho de vez en cuando de coger uno por el simple placer de ir de paquete...

Y aunque no estaría mal que el servicio tuviera más o menos este aspecto:


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Nosotras nos lo estábamos imaginando más bien así...
 
 
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Hopes, desires, quips and scribbles..

 
Libreta de Ted Baker y estilográfica de Campo Marzio.

El primer paso para ser feliz lo das el día que comprendes que puede que el destino te entregue el texto de lo que vas a vivir, pero que de ti dependen el color de la tinta y la textura del papel con los que redactar tu vida.

Blown

Siete de la tarde y ni una pizca de sol.

Tus nubes tenían que ver con lo que sientes, las mías con lo que hago; de cualquier modo, las dos veíamos el presente sombrío y el futuro sumido en la niebla.

 
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Sólo necesitamos dos batidos y un minuto para encender la luz. Funcionó -siempre funciona-.

Tres horas después, rebosando planes y luciendo maravillosas sonrisas culpables salimos a caminar por el centro de la ciudad y nos reímos a carcajadas cuando el viento se empeñó en levantar nuestros vestidos por los aires.
Estábamos contentas, relajadas y dispuestas a bebernos la vida con la misma facilidad que esas copas de vino blanco... y por eso no nos dimos cuenta.

No supimos ver que incluso el viento estaba de nuestra parte y que por eso nos animaba a alzar el vuelo impulsándonos desde los pliegues de nuestras faldas.



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Gominola Nº 25 - 22 ºC

Convertir la pausa de la comida en un momento para mí...

"El Peso", C/ Peso, 2. cp. 47001, Valladolid